Si comes para buscar consuelo emocional puede ser un signo de dependencia emocional de la comida para llenar un vacío emocional.
¿Muchas veces estando en casa, empiezas a comer algo compulsivamente sin saber por qué? ¿sientes que te resulta casi imposible poder parar y/o controlar la ansiedad por comer y comes sin freno aún sabiendo que no deberías? ¿habitualmente ingieres alimentos poco saludables sin apenas tener apetito, tras un impulso irrefrenable?
Algunas soluciones que te pueden ser útiles incluyen:
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Identificar las emociones escondidas: reconocer y comprender las
emociones que te llevan a comer en exceso puede ayudarte a abordar
el problema desde la raíz. -
Buscar apoyo emocional:
Hablar con amigos cercanos, familiares de confianza o un terapeuta
puede proporcionar un apoyo emocional que no estás obteniendo a
través de la comida. -
Explorar actividades alternativas: Buscar actividades que te
brinden consuelo y placer sin depender de la comida, como el
ejercicio, la meditación, la creatividad o el voluntariado. -
Desarrollar estrategias para mejorar tu relación con la comida.
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Aprender a lidiar con el estrés y las emociones negativas de manera saludable como:
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practicar la atención plena
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la respiración profunda
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o la escritura terapéutica.
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Cultivar relaciones saludables: enfocarse en construir relaciones positivas y sólidas con amigos y seres queridos, fomentando la comunicación abierta y la conexión emocional.
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Recuerda que abordar el problema de comer emocionalmente puede requerir tiempo y esfuerzo, y puede ser útil buscar asesoramiento y la ayuda de un terapeuta especializado en este trastorno.